Paso tras paso, dejo una vieja etapa detrás. Avanzo caminos un tanto sinuosos, corrosivos. Me muevo con calma, investigando el terreno. Lejos se escuchan tus pasos, lejos quedaron las memorias. Oigo tu voz, distante y fría, susurrando entre el descolorido follaje un adiós. Prosigo mi viaje por carreteras abandonadas, veo tus huellas marcadas en la resquebrajada tierra, pero no te encuentro a ti. Llego al fin, al risco terminal, dónde el viento amenaza con dejarme caer. Tu voz, a mi espalda me llama y me desestabiliza. Quiero verte, volver a tenerte. Me volteo mientras mis piernas temblorosas me invaden de dolor, cansadas de tanto andar, pero no te veo ya que eras solo una alucinación. Mi cuerpo abatido por el cansancio se deja caer en aquel precipicio, en aquel vacío que dejo tu partida.-